Mi descontrol bloguero hace que aunque estemos en noviembre, aún me quedan fotos del verano por mostrar. Sí, sí, tal y como lees. Porque está claro que los últimos meses estoy apareciendo y desapareciendo y eso hace que la constancia brille por su ausencia.
Pero en vez de agobiarme por no cumplir, le voy a dar la vuelta, porque si estoy aquí publicando significa que he conseguido arañarle un rato a la vida para pasar por aquí y publicar uno de los infinitos posts en borrador a medio hacer que acumulo desde las últimas semanas.
Sin más vueltas, vuelvo con una nueva edición de 1mes1film, en esta ocasión, con dos carretes de 35mm que gasté entre julio y septiembre para captar la vida en playa.

Por si no lo recuerdas, 1mes1film es un reto fotográfico en el que me lié a participar junto a Maite, Sombra y Ana, y del que llevo dado cuenta de mis avances y experimentos en el blog.
Mi plan A: cámara sumergible de 35mm + Kodacolor 200 de 24 exposiciones
Yo me las prometía muy felices. Descubrí una cámara barata y de plástico con carcasa sumergible, y ahí fui yo con todo a comparla. Excesivamente cuqui para mi gusto, sí, pero si hacía lo que prometía, por su precio, ya era suficiente.
Hasta aquí bien. Coloqué la película y me fui a la playa con mis amigas. Los primeros problemas surgieron a la segunda o tercera fotografía: la película no se pasaba bien. Para conseguir pasar de foto, había que sacarla de la carcasa y a veces, ni así funcionaba, por lo que me vi, en plan kamikaze, abriendo la tapa y pasando la película con las manos, llenas de salitre. Una locura.

Éste es el arma del crimen. Pobrecilla. Vista ahora, con distancia, no sé cómo llegué a imaginar que de aquí podría salir algo. Yo es que soy de esa gente que tiene mucha moral. Aún así, al acabar el carrete, lo llevé a revelar y aún con todo en contra, alguna que otra foto salió. Mejor, peor, pero sobrevivieron a las adversidades. ¿Quieres verlas?
Mi plan B: Fujifilm Quicksnap sumergible 800 de 27 exposiciones
Como no tenía nada claro de que del carrete anterior fuera a salir algo decente, me pillé una cámara desechable también sumergible para conseguir inmortalizar los días de playa de agosto y septiembre. Con ella hice fotos en el agua, pero llegó el otoño y aún me quedaban fotos por hacer, así que una tarde me la llevé a Barcelona a finalizarla. Pero esas fotos las dejo para más adelante.

De las 27 exposiciones, salieron todas bastante bien, pero como la cámara pasó de mano en mano, al ver las fotos, algunas eran muy personales, así que las dejo para la intimidad, pero comparto aquí otros momentos.
Nuevo perfil de Instagram: @nurphoto_analogica
Ya me vais conociendo, pero la verdad es que soy un poquito maniática, y a veces veo que las fotos de esta sección no me acaban de encajar en mi perfil personal, así que he creado una nueva cuenta en la que sólo voy a subir mis aventuras en fotografía analógica.
¡Te espero por allí!
A ver si puedo volver a publicar pronto con el carrete que usé con la Zeiss Ikon en Huesca durante el mes de agosto, que ya está revelado pero hay que escanearlo. ¡A ver qué sale!
Y tú, ¿tienes cámara analógica? ¿La usas? ¿Te animas a participar en 1mes1film?
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