Durante el mes de julio publiqué, lo que hasta la fecha es la última entrada del reto 1mes1film, en el que estrenaba la nueva cámara analógica que había añadido a mi colección, una Zeiss-Ikon de medio formato.
Como era el primer carrete que le ponía, no tenía nada claro qué iba a salir de él, si iba a quedar alguna fotografía decente, así que me saqué de una manga un plan b y disparé otra película, también bastante experimental, con una pequeña Diana Baby.
Como recordarás, quedé muy contenta con el resultado de la Zeiss-Ikon, y guardé las fotos de mi plan b para otra ocasión. Como el tiempo pasa volando, me he encontrado que todavía no he llevado a revelar los carretes del verano, que son dos de 35mm de cámaras sumergibles en el agua (a uno que ellos le quedan todavía 4 o 5 fotos por hacer…) y uno de 120mm de la Zeiss, que nos llevamos con nosotros a nuestra escapada de agosto al pirineo aragonés.
Así que, qué mejor momento que éste para rescatar las imágenes de la pequeña Diana y demostrar así que para hacer fotos, a veces la herramienta es lo de menos.
Mi plan b: Diana Baby 110
Por si no lo recuerdas, 1mes1film es un reto fotográfico en el que me lié a participar junto a Maite, Sombra y Ana, y del que llevo dado cuenta de mis avances y experimentos en el blog.
Como no me fiaba de cómo iba a quedar la primera película disparada en la Zeiss-Ikon, recordé que tenía por casa una pequeña cámara de Lomography, que compré de oferta en un outlet, la Diana Baby 110. Le puse película en color y disparé a lo que me llamaba la atención durante un paseo por Barcelona.
La foto no engaña. Es muy pequeña y cabe en la palma de la mano. Ideal para no salir cargada, jugar y experimentar. Porque cuando tienes entre manos una cámara tan pequeñita, la técnica es lo de menos, lo divertido es improvisar y dejarse llevar.
El obturador es la palanquita negra que se ve al lado del objetivo, y no tiene mucho misterio más. Tiene dos modos de obturación: el N, en el que se dispara a 1/100 y el Bulb, en el que el obturador queda abierto durante todo el tiempo que se presionado el disparador.
A nivel de objetivos (sí, es pequeña pero el objetivo es desmontable) dispone de dos lentes, un 12mm y un 24mm. Yo le puse el 12mm para este experimento.
El resultado son fotografías cuadradas, en las que se puede jugar con múltiples exposiciones, como podrás observar a continuación.
¿Vemos el resultado?
Espero volver a publicar pronto con alguno de los carretes del verano.
Y tú, ¿tienes cámara analógica? ¿La usas? ¿Has capturado tu verano con ella?
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